2.2 Negación
problema en las familias de alcohólicos.
Comencemos con una historia bien
conocida. Había una madre y su hijo que vivieron en un solo cuarto con un
elefante enorme. El elefante era así que grande, él tomó la mayoría del espacio,
y se movieron alrededor entre sus pies con dificultad. Siempre que el teléfono
sonara, el elefante resoplido así que fueron desconcertadas y no podrían
ruidosamente oír lo que decía la otra persona. Todo su dinero fue encendido a
alimentar el elefante. Fueron asustados que el elefante pudo levantarse un día y
empuja el techo hacia adentro, de modo que vinieran los vecinos arriba
estrellándose abajo en ellos. Era duro tener huéspedes en el hogar. El elefante
durmió a veces y las cosas eran clase de . Abajo de los años, la madre dijo
siempre a su hijo: ` usted atrevimiento no dice siempre cualquier persona sobre
el elefante que tenemos. Y él convino entusiástico. Él no dijo cualquier
persona. Cuando vinieron sus amigos alrededor mientras que el elefante estaba
dormido, él cubrió el elefante con las hojas para intentar ocultarlo, y actuaba
como no estaba allí. Él y su madre se obsesionaron con miedo, ese alguien pudo
descubrir sobre el elefante y pensar los estaban ambos locos. Tiraron de las
cortinas cuidadosamente en la noche, colgada para arriba el teléfono cuando el
elefante resoplaba. Preocupándose del elefante, temiendo lo que él puede ser que
haga siempre después, lo condujo a una vida llenada de la preocupación. Fueron
dominados en cada decisión por el miedo del elefante y cómo el desconcierto de
él sería si cualquier persona descubrió sobre él. Pero cada uno sabía que el
elefante estaba allí! Pero tomó los años para que la madre y el hijo realicen
esto. Tomó un tiempo realmente largo para ellos para realizar el hecho más
evidente todos sabía que tenían un elefante enorme en el cuarto! Ahora esto es
algo como lo que puede ser el vivir con un alcohólico. Nadie debe saber. Debe
ser cubierta para arriba. La obsesión con el alcohólico hace la persiana de la
familia a las realidades obvias, y tuerce sus relaciones con otras. El hacer
frente al alcohólico viene dominar las vidas de ésos él o ella vive con. La
situación entera no puede encenderse. Es perjudicial para todo implicado. Tiene
que haber revestimientos hasta la naturaleza del problema, y un esfuerzo
realista hecho para hacer algo sobre él. El reconocimiento que el elefante está
allí, grande, masivo y verdadero, más allá de su energía personal de hacer
frente a, es el comienzo de resolver el problema en las familias de alcohólicos.